A veces la vida te trata mal.
Te toca vivir circunstancias duras, difíciles e injustas.
Consigues sobrevivir, escapándote interna y externamente de ese escenario cruel.
Y cuando te escapaste de esa manera del escenario cruel, no pudiste «encontrar primero la calma allí» antes de irte.
Eso era imposible.
Lo bueno dentro de la desgracia es que, como dice el gran terapeuta Milton Erickson, siempre se pueden curar esas heridas del pasado.
Puedes traer calma a tu tormenta interior con técnicas energéticas y de coaching.
Puedes reprogramar la información de tu mundo interior, tanto en las capas más superficiales (tus creencias y emociones) como en las más profundas (tus sensaciones físicas y tus memorias traumáticas).
Mientras estés en el medio des problema, puede que necesites toda tu energía para escaparte.
Pero cuando estés en circunstancias más seguras, deberías ocuparte de calmar tu mundo interno.
Te lo mereces.